Tic tac, tic tac... es lo que oigo en un fondo constante. El reloj no para, por más que aguanto la respiración. Al contrario, la adrenalina me dilata las pupilas y ando todo el día encima de una ola, con el vértigo que eso conlleva, porque el tortazo puede ser brutal. Y hay momentos, fugaces, que siento que puedo, que me den esto y tres toneladas más, porque soy invencible... y luego vuelvo a la normalidad, y soy igual de pequeña que siempre. Y así andamos.
Los días se alargan, las horas de estudio también pero ya voy viendo la meta. Porque a estas alturas, ¿para qué nos vamos a engañar? ¡Yo quiero ganar! Después de tanta dedicación sería absurdo pensar que me da igual. Y todas las ideas se me enmarañan en el estómago y las voy desenhebrando como puedo, intentando no perder el equilibrio encima de esta ola. Pero ojo, esta sensación de estar surcando olas cada día de alguna manera es adictiva, ¿eh? Hacía tiempo que no me tropezaba con esto, el estar todo el día a tope, como si hubiera terminado con la reserva del café de todo el archipiélago (que también puede ser eso, ahora que lo pienso, ¡el café!).
Y así paso, de la fiebre a la forma, del caos al orden, y desde ese punto voy creciendo. Eso dice mi chico de hoy, Nick Mulvey (un placer Nick, anda que no tienes talento ni nada). Y Nick nos da la entrada a nuestra charleta de hoy. Que ya aviso, es larga de narices, vergüenza me da. Doy mi palabra que no es afán de protagonismo, es que tengo un problema serio de irme por las ramas. Y lo que me río. Me he dado cuenta con los podcast y los stories del Instagram (anda que no hago el ganso ni nada), que me río más de lo que creía. Y he hecho un poco recuento del día a día, y oye, que soy de risa floja, que de nada suelto una carcajada, que no me cuesta vaya. ¡Y lo veo como una virtud! Yo disfruto más de las personas que sonríen y se muestran risueñas. De eso también hablo hoy. Y de lanas, de proyectos, de la humildad, de cómo gestionar situaciones de estrés. Un popurri vamos. Tú y yo en casa arreglando el mundo.
Y hoy que es domingo, aunque me vas a leer mañana lunes, ¡mi Turkana cumple un año! Mi niña bonita se hace grande, y ya no es un bebé. Llegó a casa hace ya unos 9 meses y no hemos parado de recibir cariño de ella, y babas también. La puedes ver al final del podcast porque se me ocurrió poner algunas cositas que voy recogiendo a lo largo de las semanas, con Nick de fondo.
Y así van transcurriendo los días, de la fiebre a la forma, del caos al orden, y desde ese punto voy creciendo. Tardes más largas, apurando esas horas de estudio, pero echo un vistazo a la ventana y veo esos colores en el cielo que anuncian la despedida del sol, esos azules anaranjados, y pienso en los impresionistas al aire libre captando esa atmósfera, ese momento fugaz que calienta el corazón. Y eso me alivia, me calma, porque ya sabes, esa armonía que siento por disfrutar de las pequeñas cosas. Eso y todo el café que estoy tomando. ¡Pero sin remordimientos!
nota: poco a poco iré mejorando mi comunicación en los podcasts, palabra.
créditos:
donde compro la lana: Locas por la lana.



2 comentarios:
Vi ayer que habías actualizado, pero me lo guardé para hoy, con una taza de té, con la mañana de un día festivo por delante, y con las agujas, por supuesto.
A mí me encanta como te "enrollas".
Tus proyectos me gustan mucho, y gracias por el dato de la tienda de las lanas, que esta no la conocía.
Te he escuchado atentamente en cómo nos relacionamos con los demás, en las posiciones que adoptamos, y me he visto muy reflejada. Sobre todo ahora más mayor (o madura, tal vez), ahora evalúo la situación antes de posicionarme, y sí, me va mucho mejor.
Te voy a echar de menos, pero sé que ahora tienes que poner la atención en otra cosa. Estaré esperándote por aquí, y mandándote buenos deseos y pensamientos para que todo salga bien.
Besos!!!
Muchas gracias, necesito esos buenos deseos y esos buenos pensamientos, y si vienen de ti sé que son del corazón. Yo también voy a echar de menos ponerme a parlotear, ¡ha sido como una terapia! Me gustaría ver cómo te lías la manta a la cabeza y te haces un podcast, ¡tienes muchísimo que contar y yo me muero de curiosidad! un abrazo enorme y teje mucho por mí!
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