A la espera de una plaza... lo cuento hace un año y nadie lo cree ¡Que mes más largo y duro! Aún no ha acabado. Ahora mismo estoy en un estado de ensoñación e incredulidad por el resultado de toda esta aventura. Pues sí, parece que a partir de septiembre entraré en un aula y crearé mi propio mundo.
Este último mes ha sido de locos, un primer examen muy agridulce. Salí contenta, pero no por el posible resultado, sino porque iba totalmente paralizada del miedo, con el pánico de no poder defender nada. Y salí tranquila porque había hecho mi trabajo, aunque no me diera para pasar a la siguiente fase. Tenía la sensación de haberme quedado a las puertas. Pero había trabajado muchísimo sobre las sensaciones que me podría encontrar después del primer examen, y la verdad es que estaba muy tranquila. No me sentía ni frustrada ni triste. Sentí que me había esforzado y eso es lo importante.
Pero el Señor me tenía preparada una segunda parte. Primera posición en mi tribunal... para que te caigas de la silla, y para que no dudes nunca de que Dios no es poca cosa. Y eso me recuerda las palabras de mi pastor, "somos príncipes y muchas veces vivimos como mendigos por nuestra poca fe". Tal cual. Pues del pedazo subidón vino el tremendo vértigo y el corre corre. Menos mal que la segunda parte de la oposición la había trabajado mucho durante el curso, y lo único que debía controlar eran los nervios.
Pasé la segunda prueba. Otra vez primera... y todo el mundo dice, "claro, ¡normal! te has pegado todo el curso encerrada estudiando" Pero la realidad no es tan fácil. Muchas personas de mi círculo se esforzaron lo mismo y no consiguieron el mismo resultado. Es obvio que el Señor movió hilos, más bien cables o cuerdas. Como siempre digo, que la bendición de Dios siempre te pille trabajando.
Pues ea, una plaza para la niña. Y se me abre un mundo y una vida ante mis ojos que, sinceramente, lo veía tan lejano y tan imposible de conseguirlo ya, que me abruma y me atonta. Lo iré digiriendo poco a poco. Tengo el verano para ello.
Y llegó, por fin. El verano llegó a casa. Pero será en nuestros corazones, porque ahí fuera aún hay días frescos y raros. Pero todo se andará. Terminaremos comiéndonos el turrón en cholas y bañador. A partir de la semana que viene mi Franito también queda libre y empezamos nuestras vacaciones, bien merecidas. Tendremos que celebrar este notición, nos iremos de campamento, pasaremos unos días en El Hierro. Dormiremos a pierna suelta, remolonearemos por las mañanas un ratito más. Daremos largos paseos por la playa, cogeremos el coche y nos sentiremos libres. Lo necesitamos. Y proyectaremos nuestro futuro como siempre lo hacemos, con mucha ilusión, entre risas cómplices, augurando días de amor pleno entre los dos, y mirando al Cielo dando las gracias por tantas bendiciones.
Volveré a mis episodios. Quiero dedicar un episodio a las sensaciones de la experiencia como opositora después del estrés postraumático. Pero quiero darle unos días más a estos sentimientos que aún están en el aire y no han tomado tierra. Y tengo un episodio por ahí con mis hermanos desde invierno que debería publicar también. Muchas cosas, y pensé que desde el día 1 de mis vacaciones iba a coger mi lista del verano y a empezar. Pero no, descolocada y aturdida no me da para mucho. He aprovechado para pisar la calle y no sentirme rara, eso sí. Y para empezar a moverme y comer un poco más sano. Otra batalla, a ver cómo va trascurriendo todo.
En unos días espero estar más centrada y sentir que vuelvo a tener los pies en la tierra. ¡Hay mucho que digerir! ¡Voy a ser profesora! ¡Voy a dedicarme a mi vocación!
y comenzamos con nuestra banda sonora veraniega... para ir abriendo boca.



1 comentarios:
Los que te conocemos sabemos lo mucho que has luchado por este sueño. Nada es fruto del azar. Más que merecido, formarás a muchos chicos y chicas que todavía no saben la suerte de contar contigo.. Felicidades preciosa. A disfrutar y a seguir cumpliendo sueños ♥️
Publicar un comentario