domingo, 29 de mayo de 2022

Y los días se van alargando


El mes ha pasado en un abrir y cerrar de ojos. Echo un vistazo y ahí están las vacaciones, a la vuelta de la esquina, esperándonos con ansias. Queda la recta final, curso finiquitado, un corre corre, últimas clases, últimos exámenes, mucho papeleo, y todo con olorcito a protector solar, que ya hemos inaugurado los días de playa, y están siendo una delicia. 

Por lo pronto, mañana disfrutamos del puente (por el día de Canarias) y aprovecharemos para tirarnos en la arena y disfrutar del sol y el mar. 

Una cosa chachi de ser docente, es que cada junio te despides de un proyecto de nueve meses, como un embarazo que das a luz, de otoño a verano. Y en septiembre empiezas otro embarazo, con ilusión. Puede que tengas los mismos alumnos, pero otro curso y otros contenidos que dar; o puede que tengas los mismos cursos, pero con alumnos nuevos. Está guay, es como un reseteo, una nueva oportunidad. El ser humano necesita ilusionarse, empezar de nuevo, y los profes tenemos esa posibilidad en septiembre. Eso sí, llegamos a junio arrastrándonos. Porque el embarazo es de alto riesgo, y no gestas a un solo bebé, sino a cuarenta de golpe. Terminamos agotados. Que venga alguien a decirme que tenemos demasiadas vacaciones. Te los dejo un ratito a tu cargo, no sólo a ellos, sino también toda la burocracia que hay detrás, la preparación desde casa, el trato con las familias, todos los dramas que vives como si fueras una adolescente más. Una aventura, vamos. Y a mí me encanta.  Cuando termine el curso haré una entrada sobre el curso que he tenido, que ha sido espectacular. Pero ahora no toca. 

Ahora toca decir que ya me apetecen más días de playa, un poco de calma mental, menos estrés. Poder organizarme el día sin tanto apuro. Subir a la corona forestal y tirarnos dos semanas viviendo entre naturaleza, con poco, y disfrutando mucho. 


Los días largos están aquí, ya huelo la brisa del mar. Saca las sandalias, destápate que en Ravelo ya hace bueno, déjate el salitre un fisco más. No te olvides del aftersun, que ya la piel no se recupera como antes ¿Y por las noches? Acomoda el patio que las noches están buenas. Enciende la barbacoa, y un vinito blanco, bien fresquito. Pon el spotify, Jack Johnson o Nick Mulvey, por favor, que es lo que toca cuando llega junio. Saca la guitarra, afina, afina. ¿Cuántos libros vas a leer? Vuelve a la biblioteca, escoge los que quieras. Pasea, saborea el helado. Y disfruta, que ya llega, que ya está aquí, que luego pasa rápido. 


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