Opositando que es gerundio. Episodio 2

Después de un par de semana asomo el hocico. Entre semana y semana hemos tenido unos días de desconexión con esto de la "semana santa". ¡Qué bien nos han venido estos días! Como no teníamos ni mucho tiempo ni muchas opciones de irnos al otro lado del mundo, hemos optado por la opción más barata pero altamente recomendable: unos días en casa de mi cuñada aplicando en un poco de vida ociosa, con sauna incluida. Ais... el simple hecho de no hablar del monotema opoestudio y de no ver las mismas paredes ayudó a la desintoxicación que buscábamos. Fran y yo disfrutamos de esas pequeñas cosas que la vida nos ofrece, y en estos días hemos dormido, comido y bebido a base de bien. Nos dimos unas buenas sesiones de sauna que siempre me reconforta y me calma, tejí lo que quise y vimos unas cuantas pelis muy chulas. Volvimos a casa el sábado por la tarde con una sonrisa de oreja a oreja, contentos por este alto en el camino, pero también contentos de volver a nuestra casa que nos encanta y disfrutamos como nuestro palacio más preciado (aunque no tenga sauna). 

Y hemos vuelto a la rutina, he vuelto al estudio de temas, a las comederas de coco con la programación, a las prácticas... al día a día, vamos. Y casi casi pasamos por alto que esta semana es nuestro aniversario de boda¡!¡!¡! Increíble... 4 años ya. Eso ya hace que esta semana sea algo especial y más cuando uno va cumpliendo años de matrimoniado con tan buena calidad. 

Hace ya un par de semanas que grabé el episodio que traigo hoy, pero entre lo torpe que soy con el editor de vídeo y la morriña que me da subirlo por la vergüenza ajena al verme, han hecho que los días pasen y yo ni caso. Pero bueno, esta vez me he puesto a parlotear como las locas sobre esta vida del opositor. Advierto que es una visión muy personal y subjetiva, ya que me pregunto a mí misma, y sólo me respondo yo misma, así que esta es mi visión. Como ya explico en el podcast, a veces se hace cuesta arriba, pero trato de disfrutar hasta de esos temas pesados y que no entran ni a palos, porque no sé cómo será mi vida el año que viene (ni dentro de un mes en realidad) y es mejor disfrutar de lo que hay. 

Por lo pronto, el cambio de hora me está viniendo de fábula. Después de esos primeros días que andaba un poco desorientada, ahora disfruto de esos rayos a última hora de la tarde, con la esperanza de que cada vez me despedirán más tarde aún hasta esos largo días de verano. Ya sueño con el verano... pero no lo puedo evitar, soy una romántica empedernida (y ya me quejaré del fuego abrasador de agosto).

Os dejo con el nuevo podcast: opositando que es gerundio. Anotación, recomiendo mucho muchísimo el tema que he elegido para encabezarlo, te teletransporta a esos días de verano que tanto anhelo, tardes largas con fruta fresca y la melancolía sonando de fondo. Eso lo consiguen mis chicos Crosby, Stills and Nash...

NOTA: la edición deja mucho que desear pero ya veremos cómo vamos mejorando